BUENOS AIRES (AP) - Una ciudad suspendió todas las actividades públicas, 18 de las 24 provincias adelantaron el receso escolar de invierno y la iglesia católica emitió recomendaciones para evitar el contacto cercano durante la celebración de la misa.
Mientras, se aguarda la asunción del nuevo ministro de Salud.
Pese a que aún no se han registrado casos positivos de influenza A, la municipalidad de Pergamino --222 kilómetros al noroeste de esta capital-- ordenó el cierre de escuelas, clubes, gimnasios, cines y teatros y canceló todas las actividades oficiales con público masivo.
Además de la ciudad de Buenos Aires, que el martes declaró la emergencia sanitaria, 18 provincias modificaron el calendario escolar anticipando y extendiendo el receso de invierno, entre ellas, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe. La medida busca evitar la propagación del virus entre los alumnos, la población más susceptible al contagio de influenza A-H1N1.
Según el último reporte del Ministerio de Salud nacional, la mayoría de los 1.587 casos confirmados por análisis de laboratorio se detectaron en la población infantil y adolescente.
Las estadísticas oficiales, sin embargo, tienen un valor relativo: desde el viernes el ministerio no actualiza los datos, en coincidencia con la renuncia de la hasta el lunes ministra Graciela Ocaña. Su reemplazante, el médico de sanidad Juan Luis Manzur, asumirá el cargo recién el miércoles por la tarde.
Los datos sobre la cantidad total de infectados y de víctimas fatales son contradictorios: mientras para el ministerio 26 personas ha muerto como consecuencia de la gripe porcina, los medios locales dan cuenta de entre 40 y 42 fallecimientos. En cualquiera de los dos casos, Argentina es el país de Sudamérica con mayor número de muertes por gripe A.
El presidente de la Asociación de Profesionales de la Salud, Jorge Yabkowski, aseguró que el país se encuentra en el "desgobierno sanitario". "El sistema siempre está al límite y cuando se duplica la demanda, se desborda. Estamos sufriendo la falta de conducción política. Estamos sin ministerio de Salud, sin declaración de la emergencia sanitaria y con órdenes contradictorias", dijo a radio Continental.
"Estamos ante un desgobierno sanitario. Frente a una epidemia se dicta la emergencia provincia por provincia, después de las elecciones (legislativas del domingo), cuando esto habría que haberlo hecho en el país y hace más de 10 días", añadió.
Yabkowski indicó que "si hoy se quiere tratar a quien tiene los síntomas, en los hospitales no hay (el antiviral) Tamiflú. Si se piden barbijos (mascarillas), no hay en el mercado".
El diario La Nación informó que la Iglesia Católica "impartió sugerencias a los sacerdotes para que eviten en la celebración de las misas el riesgo de difusión del virus". Las medidas de prevención incluyen la distribución de la comunión en la mano y no en la boca, la suspensión del saludo de la paz y la mayor distancia posible entre los fieles.
La Corte Suprema analiza la posibilidad de adelantar el inicio del feriado judicial y resolvió que todas las mujeres embarazadas que trabajan en el Poder Judicial quedan autorizadas para faltar al trabajo. La medida se extenderá "hasta nuevo aviso".
El ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Lemus, indicó que por el momento no se analiza la posibilidad de suspender el transporte público, pese a que la ciudad declaró el martes la emergencia sanitaria.
Lemus explicó que las clases se suspendieron porque son de "asistencia obligatoria", pero que las actividades deportivas o de ocio no se han interrumpido porque son de concurrencia voluntaria.
"Las concentraciones de gente son peligrosas, por eso le pedimos a los que están enfermos que no circulen... En términos de salud uno podría cerrar todo el país, pero el problema es saber cuánto va a durar, y el costo socio-económico, cultural y docente que tiene la medida", añadió en diálogo con radio Mitre.
miércoles, 1 de julio de 2009
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