Con 21 trofeos y rodeados de balones, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, respaldado por ex futbolistas y funcionarios, reclamó que dejen fuera de lugar a la ciudad del certamen.
No fue el único que le puso el pecho a la sacada de taquito que le hicieron al estadio Pascual Guerrero del evento. La Asamblea se unió al reclamo.
Ospina convocó a todas las fuerzas vivas bajo el lema: "La historia nos respalda, Cali sede Campeonato Mundial Fútbol sub-20 2011". Para eso organizarán una movilización en la cual convocan a niños, jóvenes, señores y adultos mayores a que recorran la ciudad portando un balón. "Tenemos una infraestructura deportiva, hotelero y turístico. Esto afecta el empleo", dijo.
"Con esto buscamos demostrar la fuerza futbolística que tenemos en la ciudad", señaló el Alcalde.
La Federación Colombiana de Fútbol y Coldeportes argumentaron que se requería una alta inversión para poner a tono el estadio.
El secretario de Deporte de Cali, Diego Cardona, dijo que "el municipio aportaría 16.000 millones y así sería el que más aportaría en cofinanciación.
La contrapropuesta que se le hizo a Coldeportes fue que el mayor valor que le colocaran a otras sedes se la dieran a Cali para manejar el mismo rasero y el compromiso sería tener el estadio cumpliendo normas FIFA". El 30 de junio fue presentado un documento con los diseños.
El funcionario dijo que espera que no existan intereses particulares al escoger a los tres estadios del Eje Cafetero y al del Deportivo Cali en Palmira. "No tenemos nada contra otras ciudades, pero nos inquieta que no haya igualdad", señaló.
La prensa deportiva de la ciudad rechazó la decisión. Francisco Vélez, de RCN, la calificó como un golpe al futuro del estadio Pascual Guerrero.
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