martes, 7 de julio de 2009

Estados Unidos y Rusia inician una nueva era con la visita de Obama

Por Valérie Leroux – hace 3 horas

MOSCÚ (AFP) — La primera visita a Rusia del presidente estadounidense, Barack Obama, desde su llegada a la Casa Blanca marca el inicio de una nueva era entre ambos países, en la que queda mucho por hacer.

Tras ocho años de presidencia de George W. Bush, criticada por su enfoque moralista, los rusos han descubierto un nuevo tono, susceptible de reactivar las relaciones empañadas por una serie de contenciosos.

"El estilo ha cambiado por completo en la administración estadounidense. Han llegado hombres nuevos, que no tienen un enfoque negativo de las relaciones con Moscú", resume el experto ruso Fedor Lukianov, director de la revista Rusia en la política mundial.

En una serie de temas -desarme, Irán, Afganistán- Obama revindica un pragmatismo que rompe con el ambiente de Guerra Fría de la época de Bush y de Vladimir Putin. Con un gran objetivo en mente: obtener la cooperación de Moscú sobre dos asuntos clave de su presidencia, Irán y Afganistán.

"Ya no se manifiesta irritación contra Rusia sobre el asunto de Georgia, de Ucrania o de la democracia. Esos asuntos no han desaparecido, pero ahora están en un segundo plano", estima Lukianov.

En las negociaciones sobre el desarme, los militares rusos, siempre a la defensiva frente a sus antiguos enemigos de la Guerra Fría, parecen también apreciar el cambio de atmósfera.

"La antigua administración estadounidense simplemente no nos escuchaba, la actual está dispuesta a escuchar nuestras preguntas y a hablar", resume el jefe del Estado Mayor ruso, Nikolai Makarov, citado por la agencia Interfax.

La prensa rusa también festejaba esta nueva distensión. "La reactivación que se esperaba desde hace tiempo ha tenido lugar", celebraba este martes el diario progubernamental Izvestia. "Han pulsado la tecla" de reinicio, añadía Vremia Novostei.

Sin embargo, no hay que perder de vista que en 2001, en los primeros meses de la presidencia Bush, las dos capitales hablaban de "reactivación" de las relaciones bilaterales. Lo que siguió fue menos prometedor.

"No olvidemos que Bush y Putin mantenían unas relaciones excelentes, pero nada avanzaba", recuerda Viktor Kremeniuk, vicedirector del Instituto USA-Canadá en Moscú.

"La cumbre de Barack Obama y Dimitri Medvedev es un éxito. Los presidentes han encontrado un lenguaje común (...). Pero es demasiado pronto para decir si esto va a durar", estima, al señalar que el recelo entre ambas potencias "sigue siendo profundo".

La lista de contenciosos también sigue siendo larga, como las modalidades de una nueva reducción de los armamentos estratégicos, el proyecto de escudo antimisiles estadounidense en Europa o la ampliación de la OTAN a las puertas de Rusia.

En materia de desarme, Obama y Medvedev fijaron el lunes a sus negociadores unos objetivos cifrados muy amplios de reducción de arsenales. El número de vectores nucleares se limitará a entre 500 y 1.100, el mínimo corresponde a las exigencias rusas y el máximo a las estadounidenses.

"Estas limitaciones son muy vagas. Esto muestra que no lograron acercar posiciones", subraya Viktor Essine, antiguo jefe del Estado Mayor de las fuerzas estratégicas rusas.

Sobre el escudo antimisiles, Moscú no ha logrado que Estados Unidos abandonara el proyecto, que percibe como una amenaza contra su seguridad. "Seguimos sin saber si los estadounidenses han tomado en cuenta nuestras inquietudes (...). Vamos a tener que trabajar mucho para llegar a un acuerdo sobre los armamentos estratégicos", anticipa Essine.

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