lunes, 13 de abril de 2009

Angel Cabrera: un maestro argentino de golf que levanta vuelo

BUENOS AIRES (AFP) — La histórica conquista del Masters de Augusta (EEUU), primer Grand Slam de la temporada, hizo levantar más vuelo a la carrera de Angel Cabrera, en camino de igualar las hazañas de Roberto De Vicenzo, el mejor golfista argentino de todos los tiempos.
"Esta es una victoria muy importante para mi. Este y el título en el Abierto de Estados Unidos en 2007 son sin dudas los momentos más felices de mi vida en el golf", dijo Cabrera tras calzarse la tradicional chaqueta verde como vencedor en Augusta el domingo último.
En una final emocionante, Cabrera (39 años) logró vencer a los estadounidenses Kenny Perry y Chad Campbell al superarlos tras un doble empate en 276 golpes, 12 sobre el par.
Oriundo de la provincia argentina de Córdoba (centro), Cabrera dio sus primeros pasos dentro de un campo de golf como caddie en el Córdoba Golf Club y se lanzó como profesional a los 20 años en una carrera que cobró impulso en 1996 cuando logró la clasificación en el Tour Europeo de ese año.
Pero el camino hacia la consagración se allanó en 2005 cuando ganó el BMW Championship, el segundo torneo más importante que se disputa en Europa luego del Abierto Británico, lo que le valió figurar entre los diez mejores del mundo en el ranking del Official World Golf.
En 2007 Cabrera se bañó nuevamente de gloria al alzarse con el Abierto de Estados Unidos tras imponerse por un golpe de ventaja ante el estadounidense Tiger Wood, número 1 del mundo.
Ese triunfo lo colocó en la historia del golf argentino al ingresar como el segundo golfista en obtener un Gran Slam detrás del legendario Roberto De Vicenzo, pionero argentino en el deporte, vencedor del Abierto Británico en 1967 y al que Cabrera recuerda como uno de sus inspiradores.
"Cuando gané el US Open me regaló un cuadro con un saco verde y me dijo que me lo quedara porque algún día iba a ganar (en Augusta), por eso este título se lo dedico a él", dijo Cabrera sobre De Vicenzo.
La leyenda de De Vicenzo se construyó con la conquista de 230 torneos alrededor del mundo, según estadísticas del Salón de la Fama del Golf Mundial.
"Al verlo con el saco verde se me caen un poquito las lágrimas, me hubiese encantado tenerlo yo también", confesó De Vicenzo, hoy de 84 años a quien un error matemático en las anotaciones le valió quedar en segundo lugar en el Masters de Augusta de 1968, error que Cabrera viene a vengar 41 años después.
De hablar pausado y poco afecto a la grandilocuencia, Cabrera apenas levantó el puño cerrado en señal de triunfo el domingo al dar el paso más importante de su carrera en la que lleva acumulados diez títulos.
"Ví cómo se me acercaban los demás y estaba seguro de que dependía más de lo que podía hacer yo. Tenía que hacer una buena vuelta y la hice", resume sobre los últimos golpes que lo llevaron a la gloria.
Su triunfo desató la euforia en Villa Allende, su pueblo natal situado 15 kilómetros al sur de la capital cordobesa, donde el 'Pato' como todos lo conocen era aguardado el martes para ser recibido con los honores de quien ingresó a la historia del deporte argentino.

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