México, DF. Al darle la bienvenida al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el jefe del Ejecutivo, Felipe Calderón, hizo votos porque entre ambas naciones se establezca una nueva era de relaciones basadas en la confianza y la cooperación, y enfocadas hacia un desarrollo sustentable en donde el trabajo conjunto convierta la zona fronteriza en una región de productividad y seguridad.
Esta nueva relación, expresó, es para convertir a América del Norte una zona más segura y libre de amenazas del terrorismo y del crimen organizado, pero que también asuma su responsabilidad global con el medio ambiente.
En la explanada Francisco I. Madero, de la residencia oficial de Los Pinos, Calderón precisó que para elevar la competitividad regional de América del Norte es necesario reconocer que México necesita el poder de inversión de Estados Unidos, pero que también se valore el "empuje" que para ese país tiene la fuerza laboral mexicana.
Asimismo, enfatizó, las nueva era tiene que garantizar que los derechos humanos se respeten "sin distingos" en ambos lados de la frontera.
Hay una fe inquebrantable de que entre ambos países "podemos y debemos ser vecinos, amigos, socios y aliados", manifestó Calderón al coincidir con la premisa expresada ya anteriormente por Obama de que "sí es posible forma de hacer política", y por ello, agregó, no podemos permanecer indiferentes frente a lo que le sucede a nuestros países vecinos.
Estoy convencido, dijo el michoacano, de que entre México y Estados Unidos debemos y podemos actuar bajo estos nuevos principios y combatir, bajo una responsabilidad compartida, el crimen organizado.
jueves, 16 de abril de 2009
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