La capilla ardiente con los restos mortales de Eduardo Antonio Puelles García, el agente del Cuerpo Nacional de Policía asesinado hoy por ETA en Arrigorriaga (Vizcaya), ha quedado abierta poco antes de las seis de la tarde en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Bilbao. El féretro, cubierto por una bandera española sobre la que se ha depositado la gorra del uniforme de Puelles, está custodiado por seis agentes en representación de los diferentes cuerpos de seguridad: Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y Ertzaintza. Enfrente del féretro se ha instalado una ikurriña.
La capilla ardiente con los restos mortales del inspector de la policía nacional, Eduardo Puelles, asesinado hoy en Arrigorriaga se ha abierto al público a las seis de la tarde en la Subdelegación del Gobierno en Vizcaya con la presencia de su viuda y uno de sus hijos. Minutos antes de las cinco de la tarde, el féretro con el cuerpo de la última víctima mortal de ETA ha llegado a la Subdelegación. A las seis de la tarde se ha abierto al público la capilla ardiente, donde se encontraban ya el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y el lehendakari, Patxi López, así como la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, entre otros. A la capilla ardiente, que permanecerá abierta hasta las nueve de esta noche y mañana se volverá a abrir a las nueve de la mañana, han llegado numerosas coronas de flores. Se espera la llegada conjunta del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y del presidente del PP, Mariano Rajoy.
A un lado de la sala se encuentran los familiares del policía asesinado y enfrente se han situado las autoridades, representantes de diferentes instituciones y compañeros de Eduardo Puelles. Están en la sala, entre otros, el lehendakari, Patxi López; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares; y la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga. También han visitado la capilla ardiente el presidente de Navarra, Miguel Sanz, y el del PNV, Iñigo Urkullu.
Las banderas de la delegación gubernamental ondean a media asta. Se espera la llegada del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que impondrá al policía asesinado la Medalla de Oro al Mérito Policial. Con el presidente viaja también el líder del PP, Mariano Rajoy
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