martes, 30 de junio de 2009

¿Si mejor es posible, qué es lo que usted haría mejor que Uribe?

El candidato presidencial Germán Vargas Lleras, cara a cara con María Isabel Rueda.

Hablemos de mecánica política. ¿Cómo tiene planteado su escenario para convertirse en el próximo presidente de Colombia?

A partir del jueves soy un candidato que tiene la firme decisión de ir a la elección presidencial, sin ningún condicionamiento de cuál vaya a ser la suerte del referendo o la decisión del Presidente. He aceptado, si se abre paso una consulta inter partidista, participar en ella. Creo que a la política colombiana hay que buscarle un escenario más amplio para impulsar una candidatura presidencial.

Le escuché decir que en esa consulta inter partidista con el Partido Liberal usted ve participando a Juan Manuel Santos. No lo veo tan factible...

Uno debe participar en una consulta con los sectores que le sean afines. Yo tengo un origen liberal y me resulta grato pensar que otro candidato con el mismo origen, que es el doctor Santos, se vincule a esa consulta que haremos con el candidato oficial del liberalismo. Eso sería más adecuado a que se quedara disputando su candidatura con el Partido Conservador.

¿Por qué de pronto el candidato conservador le gana? Es que con nadadito de perro, ese partido puede llegar a poner cerca de millón y medio de votos...

No sería descartable.

Sigo sin ver una cosa clara. ¿Si el señor Santos es uribista y usted es uribista y hay una coalición de partidos uribistas, por qué van a terminar en una coalición con el Partido Liberal, que es anti- uribista?

Esa coalición que se ha planteado no es una coalición contra Uribe, sino para la etapa post Uribe. Yo no participaría en una coalición cuyo propósito sea enfrentar al Presidente.

¿Y en esa coalición para el post uribismo cabría Lucho Garzón?

No lo descarto. Pero de esa consulta no debe hacer parte el Polo, porque si gana su candidato, yo no me veo apoyándolo.

¿Si ambos son uribistas de origen liberal me podría decir, ideológicamente, qué lo diferencia a usted de Juan Manuel Santos?

No sabría decirle. Hasta que Juan Manuel no lance su candidatura y presente su plan de trabajo es muy difícil contrastar con lo que le estoy proponiendo al país.

Pero usted lo vio actuar como Ministro...

Y celebré mucho sus éxitos al frente del ministerio de Defensa. Pero como inquieto que he sido durante tantos años y por el apoyo que le brindé como senador al tema de la defensa nacional a través de todas las iniciativas que contribuyeron enormemente al fortalecimiento de la Fuerza Pública, me siento con todo derecho a reclamar también mi contribución al éxito de esa política de seguridad democrática.

¿Comparte las expresiones del ex presidente Gaviria en la revista Cambio en el sentido de que el Presidente está acabando con la democracia?

No. Ellos naturalmente hoy son un partido de oposición, y en los diálogos que he tenido con el Presidente Gaviria claramente le he expresado que Cambio Radical no se puede incorporar a una bancada de oposición y por consiguiente cualquier acción política conjunta que emprendamos será hacia el futuro y no en relación con los temas que enfrenta el actual gobierno.

¿Por qué el Partido Liberal debe aceptar una consulta inter partidista con usted, que si la gana, no va a hacer oposición como la hacen ellos, sino uribismo, al cual ellos se oponen?

A quien gane esa consulta inter partidista se le abre una posibilidad muy cierta de ser el próximo Presidente de Colombia. Cuando conversamos con ellos lo hacemos en términos de futuro, no de presente ni pasado.

¡Por eso! Si usted gana esa consulta el liberalismo tendrá que apoyarlo. ¿No le parece un mal negocio para un partido de oposición quedar apoyando a un uribista para la presidencia?

Lo que yo haría sería un nuevo gobierno, no habría razón en ese momento para hacerle oposición a un gobierno que ya terminó. El Presidente Gaviria, en la entrevista de Cambio, comparte esos criterios cuando señala que la coalición debería ser post uribista, donde cabrían personas que hayan estado en la oposición y también en el gobierno.

¿Si usted tiene tan claro que va a terminar en esa consulta interpartidista con el liberalismo, por qué no participó desde un comienzo en su consulta interna, en lugar de haber hecho una parada en la estación de su candidatura?

Porque yo soy el jefe de un partido muy sólido en Colombia, que tiene representación prácticamente en todos los municipios del país. Centenares de diputados y más de 1.500 concejales forman parte de esta entidad que no va a perder ni su identidad ni sus propósitos, y que llevará sus propias listas al Congreso para defender sus propios programas.

¿Será una consulta abierta, o un pacto basado en los resultados de las elecciones parlamentarias?

Una consulta abierta a todos los colombianos, que tendrá lugar el mismo día de las elecciones parlamentarias. Eso fue lo que autorizó la reforma política.

¿Cómo ve la situación del resto de la coalición uribista? Por allá andan, como dijo Noemí Sanin, en una bipolaridad muy complicada.

La veo confusa porque ya se inicia el debate y al interior de algunos sectores de la coalición la incertidumbre es total. No saben cuál será la suerte del referendo y los tiempos no les favorecen. Aún si se superan los trámites en el Congreso la Corte Constitucional tardará muchos meses en emitir su concepto y luego habrá que organizar una consulta nacional que el registrador claramente ha dicho que tardará no menos de tres meses en organizar. De manera que ese es un escenario de incertidumbre. Varios de los candidatos que aspiran a suceder a Uribe, y me refiero por supuesto al doctor Santos, a la doctora Noemí, al doctor Arias, les va a quedar muy difícil adelantar una campaña en medio de esa discusión o no adelantarla y tener que esperar hasta los meses de enero y febrero para tomar una decisión.

¿A qué atribuye usted que en su partido haya gente que le es muy leal y otra no tanto?

Pues me sorprendió gratamente el día del lanzamiento de mi candidatura ver como la casi totalidad de los parlamentarios me acompañaron. De manera muy entusiasta se comprometieron a respaldar esta candidatura.

Pero no fueron todos...

No. Por eso le digo que la casi totalidad.

¿Y los que no fueron están por fuera de Cambio Radical?

Había dos que se encontraban de viaje, y cuatro senadores que probablemente no me van a acompañar, pero esos asuntos de la mecánica interna del partido para mí están superados. Algunos se irán seguramente, y otros llegarán.

Los tiene muy bien contaditos...

Claro que sí.

¿Usted cree que los que no lo acompañan terminaron seducidos por los cantos burocráticos del gobierno?

No. Las cuatro personas que no asistieron al acto me enviaron cartas muy amables excusándose de no haber asistido. Una se encontraba en una diligencia judicial, otro en el Asia, una tercera adujo motivos de enfermedad y yo no tengo porqué no creerles.

Porque desde que Uribe amenazó con quitarles unos puestos allá comenzaron todos a temblar...

Y lo hizo. El Gobierno dejó sin representación política a buena parte de los integrantes de la bancada de Cambio en el mes de diciembre. Y con eso lo único que se precipitó fue un mayor respaldo de ellos a este programa.

Un pajarito me dijo que usted, a través de José Obdulio Gaviria, le mandó a proponer al Presidente Uribe una especie de pacto de cese de hostilidades, y que lo mandaron a freír espárragos.

Su pajarito la informó mal. Yo no he propuesto ningún pacto. Si estuviera proponiendo pactos no estaría lanzando una candidatura presidencial.

Qué raro. Me cuentan que el Presidente andaba por ahí con esa versión...

Pocos días antes de lanzar mi candidatura José Obdulio Gaviria se acercó a mi mesa en un restaurante y me preguntó si no iba a conversar con Uribe. Yo le respondí que no tenía inconveniente en hacerlo. Entonces él me pidió mi teléfono y yo acepté dárselo, no sin antes hacerle el chiste de que por favor no me lo fuera a chuzar. Entonces se paró y se fue de la mesa. De manera que no le envié ningún mensaje de ninguna naturaleza. Imagínese si cuatro días antes de lanzar mi candidatura yo iba a pedirle permiso al Presidente.

El lema de su campaña es "mejor es posible". ¿En qué puede ser mejor Germán Vargas de lo que ha sido Alvaro Uribe?

Reconozco todos los logros del actual gobierno. Pero cuando se examina el balance de algunos sectores de esta administración, naturalmente que hacerlo mejor es posible.

Deme ejemplos...

Por ejemplo en infraestructura. Este es el país más rezagado del continente después de Bolivia. Para ello pondría en marcha un ambicioso plan de construcción de autopistas de altas especificaciones, pues no tenemos un kilómetro que reúna esas características. Construiría las grandes troncales entre los principales centros de consumo, los corredores de carga y los pasos fronterizos. Reconstruiría las redes secundarias y terciarias del país. La carretera emblemática de ese programa será entre Puerto Lopez y Puerto Carreño. Y propondré que la nación cofinancie a nivel municipal la malla vial de los centros urbanos.

¿En materia de seguridad, en qué puede su eventual gobierno superar al actual?

La estrategia del Presidente ha sido la adecuada, pero tendremos que consolidar los logos a nivel rural y atender el frente de la inseguridad urbana mediante el aumento del pie de fuerza. Es urgente incorporar a no menos de 50 mil hombres para atender la vigilancia en las calles. Bogotá necesita diez mil, Barranquilla y Cali mil más, y ciudades como Cartagena deben duplicar su pie de fuerza.

¿Aumentar el pie de fuerza es un elemento que garantiza per se la seguridad urbana?

Para cuidar las calles de las grandes ciudades, 224 policías por cada cien mil habitantes es muy bajo, pero es cierto que aumentar el pie de fuerza no es la única solución. Tenemos que resolver el problema de los desmovilizados: más de 20 mil hombres deambulan por las calles aún sub judice, después de haberse desmovilizado hace más de dos años y medio, y empiezan a reagruparse en las llamadas bandas emergentes que están generando gran inseguridad en las ciudades. Yo lo propuse y el Congreso aceptó levantar la restricción para que el Fiscal pudiera usar el principio de oportunidad para resolverles la situación a los desmovilizados.

¿Y la de los desplazados?

Son millones de personas en las grandes ciudades en una situación de desesperanza enorme. Lamenté mucho que la ley de víctimas se hubiera hundido. Las cifras alegadas por el gobierno no están bien cuantificadas. La ley de víctimas debe prever un mecanismo automático para que estas personas puedan recuperar la propiedad o la posesión de sus parcelas y tierras. Insisto en que ese mecanismo debe ser automático y no sometido a instancias jurisdiccionales ni a largos procesos judiciales.

¿Qué hacer con esa terrible mancha que le ha caído encima a la institución con el asunto de los falsos positivos?

Es muy importante terminar con la llamada doctrina del conteo de cuerpos que fue lo que dio lugar a los falsos positivos. Hace muchos, cuando fui autor del estatuto de seguridad nacional, debatí con la propia institución si se implementaba o no una política de recompensas. Yo consideré que ella no contribuiría sino a crear un cuerpo de mercenarios dentro de la institución. Eso fue finalmente lo que ocurrió.

MARÍA ISABEL RUEDA
ESPECIAL PARA EL TIEMPO

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