Jueves 28 de mayo de 2009
NUEVA YORK.— General Motors (GM) fracasó este miércoles en su intento de llegar a un acuerdo con sus acreedores para que renuncien a sus deudas a cambio de participaciones en la empresa, por lo que es casi seguro que deberá iniciar un proceso de insolvencia.
GM indicó en su sede de Detroit que la oferta presentada a los acreedores de 10% del consorcio a cambio de que renunciaran a los alrededor de 27 mil millones de dólares que les adeuda la empresa no fue suficiente. La junta de directores de la compañía estaba discutiendo los “próximos pasos” a tomar.
El “no” de los acreedores hace unas cuatro semanas llevó también a su competidora Chrysler a abrir un proceso de insolvencia como última oportunidad para su saneamiento.
El lunes vence un ultimátum del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que GM presente un plan de futuro viable para la empresa. Como tarde será entonces cuando se espera la declaración de insolvencia, que según los expertos sería el proceso más complicado y el mayor de este tipo en la historia estadounidense.
Para salvarse, 70% de la firma sería adquirida por el Estado, en lugar de 50% previsto anteriormente. El gobierno inyectaría entonces nuevas ayudas por 50 mil millones de dólares, tras los 20 mil millones que ya le facilitó en forma de créditos.
El sindicato United Auto Workers (UAW) habría alcanzado un acuerdo con GM para recibir más dinero pero una participación menor en la empresa, según indicaron medios locales. La participación del sindicato en el nuevo consorcio sería entonces de 17.5%, con opción a una ampliación a 20% de acciones ordinarias. Previamente se hablaba de una participación de 39%.
General Motors pretende así saldar sus deudas con el fondo de salud para jubilados del UAW por un total de 20 mil millones de dólares. Los 60 mil miembros del sindicato votarán sobre el tema antes del jueves, aunque las primeras señales indicaban que los trabajadores aprobarán el acuerdo.
En tanto, Chrysler, la tercera automotriz estadounidense, podría finalizar su proceso de insolvencia la próxima semana.
El consejo de administración de GM discutirá las medidas a tomar e incluso podría haber nuevas negociaciones con los acreedores, aunque los expertos estiman que esto es casi impracticable por la falta de tiempo.
GM, que supo ser el mayor fabricante de automóviles del mundo, saldrá de su reestructuración más pequeño. De hecho, el consorcio estadounidense se desprende de su negocio europeo, según anunció ayer el portavoz de su filial alemana, Opel, en la central de Rüsselsheim.
Las fábricas europeas, las patentes y el acceso a la tecnología han sido traspasados libres de deudas a la automotriz alemana Adam Opel GmbH.
Con este paso legal se deja vía libre a la venta de Opel y se fortalece al grupo frente a la inminente insolvencia de GM en Estados Unidos.
En una sesión extraordinaria, el consejo de vigilancia de Opel aprobó el modelo propuesto por el gobierno de la canciller Ángela Merkel para crear una empresa fiduciaria que englobe los activos europeos y permita salvar a Opel hasta que se encuentre un inversor fiable. Así, acepta que hasta que se elija a ese inversionista, el destino de la empresa quede determinado por un gremio formado por representantes del gobierno y de GM. (DPA)
sábado, 30 de mayo de 2009
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