Con frecuencia, la velocidad estratosférica de los bólidos de F-1 no se percibe en su impresionante plenitud por la televisión. Pero basta con ver en el cuentakilómetros que el coche va a 300 km/ h para asustarse. Lo mismo ocurre con Jenson Button. Si su dominio aplastante en la pista en estas cinco carreras no queda suficientemente claro, solamente hay que echarle un vistazo a sus números. Dan miedo: tres poles, una vuelta rápida y cinco podios consecutivos... con cuatro victorias en cinco pruebas, y 14 puntos al perseguidor. Registros de campeón, como los establecían Alonso y Schumacher en sus días gloriosos en que pasaban el rodillo.
Lo de Button este año, esas cuatro victorias y un tercer puesto, sólo lo supera el gran Schumi del 2004, que logró cinco triunfos en las cinco primeras carreras. El Alonso bicampeón había sumado tres victorias, un segundo y un tercero en el 2005, y dos triunfos y tres segundos en el 2006. Por eso el asturiano sabe de qué habla y ya admite que el inglés y su equipo son los firmes candidatos al título, sencillamente "porque son inalcanzables". Como analizaba el asturiano, los Brawn GP tuvieron una carrera sencilla: "Salieron primeros, tirarían lo necesario hasta mitad de carrera y luego irían un poco regulando la distancia, bajando las revoluciones... lo típico que se hace cuando vas un poco sobrado", relataba Alonso. Con lo que no contaba Ross Brawn desde el muro era que Barrichello, el eterno fiel escudero, el hombre que más veces ha corrido en Montmeló - todas las carreras desde 1993-,quería también él saborear el éxito. Se empeñó en que fuese en el Circuit de Catalunya, un trazado al que le tiene un especial cariño. Así que apretó los dientes y saliendo de la tercera posición, pasó por encima de Vettel y le birló el primer puesto a su compañero Button al llegar al primer ángulo. Al traste con la estrategia. Ross Brawn tuvo que cambiar los planes. Sus dos pilotos iban inicialmente a tres paradas, pero con la jugada inesperada de Rubinho reforzó su apuesta por su compatriota, que por algo es el líder del Mundial, y les cambió las paradas. "Me sorprendió cuando me dijeron que Jenson iba a dos paradas. Quiero saber por qué cambiaron la estrategia, aunque ha sido buena para Jenson y para el equipo", decía visiblemente molesto Barrichello, que durante seis años en Ferrari tuvo que acatar siempre ante el Káiser.No entendía Rubinho por qué, tras haber liderado la carrera por méritos propios durante 31 vueltas, le ponían detrás. "Estoy decepcionado por no ganar la carrera. Creo que hoy la tenía en el bolsillo", señalaba el brasileño. "Rodaba más rápido que Jenson al principio y tenía dos vueltas más de gasolina. Todo iba a la perfección. Me ha sorprendido que cambiaran la táctica de Jenson y desde entonces fui a tope". Barrichello, obediente, aplicó a la perfección la nueva estrategia de Ross, y cumplió con los planes previstos: hacer doblete, el segundo del año, tras el de Australia. En el lado del triunfador, a Button le sonríe la suerte de la vida. Asus 29 años ha alcanzado la madurez de su carrera con un coche competitivo, parece haber sentado la cabeza con su preciosa novia, la modelo japonesa de lencería Jessica Michibata, y nadie le pone freno hacia su primer título mundial. "Me siento en la cima del mundo en este momento. Ganar en Barcelona, una pista muy difícil, me da mucha confianza para el resto de la temporada. Obviamente Rubens está enfadado, pero me ha dado una gran ayuda para ganar. Su turno llegará pronto", le consolaba Jenson.
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